El teatro Guimerá fue el espacio escogido para reivindicar al rosa como algo más que un color. En esta conferencia celebrada la tarde del martes y moderada por Txema Martín, los actores LGTBI Eduardo Casanova y Carmen Jedet compartieron con el público sus opiniones y experiencias vividas en los últimos años.
La actualidad manda y la mención a Barbie no se hizo esperar. Jedet puso sobre la mesa el importante mensaje sobre la atención excesiva que recibe la genitalidad, mientras que Casanova destacó la importancia de introducir un discurso feminista tan potente dentro del mainstream. Gracias a las series y películas, como la mencionada, se puede brindar una oportunidad educativa mucho más cercana y atractiva.
Ambos ponentes abordaron también la problemática del binarismo en el desarrollo evolutivo experimentado en primera persona. Para Jedet, la adultez ha supuesto alcanzar un punto de liberación y de disfrute sin sentirse juzgada por los demás. En el caso de Eduardo, habla de las celebraciones en las que se descubre el sexo de un bebé (las gender-reveal parties) como algo denostado, que se da la vuelta y llega a alcanzar un punto trash en lo cultural.
«El rosa es rebeldía y la rebeldía es un escudo para muchas personas LGTBI», añadió el director, aludiendo a que es necesario cierto grado de contrariedad en un artista con la sociedad en la que vive para que su trabajo sea interesante. Por su parte, Jedet comentó que, aunque antes se premiara ser rebelde e irreverente, «con el tiempo se te pasa el enfado contra el mundo y escoges mejor tus batallas».